Hay caos, estoy en mi casa, es de dia y siento gritos que vienen de afuera. Hay mucho revuelo y sé perfectamente que es lo que esta pasando, miro por la ventana de mi pieza y, como hormigas que huyen, la gente corre, con bolsos, mochilas, equipaje ligero hacia ciertos sectores donde intentan quedar en grupos grandes, con quienes conocen, en quienes confian.
Camino hacia la pieza de mi mamá, en ella estan mi mamá y mi tio. Sus expresiones de preocupacion son bastante obvias, en tanto mamá intenta retener a mi tio, este le dice que "volverá". Lo veo pasar por mi lado y se pierde, tal cual acto de magia, desaparece, como si se teletransportara o algo parecido. Mamá está consternada y al cabo de unos segundos luego de la "desaparicion" de mi tio, suena un telefono, ella lo contesta y puedo escuchar incluso yo la voz del otro lado del auricular:
- No volveré - Es mi tio
Es una voz sin emociones, despreocupada pero, no por ello serena. Algo raro esta pasando y tengo claro que es. Miro a mi mamá, quien, a punto de romper en llanto se contiene, va hacia esa gran ventana en la pieza en que nos escontramos y balbucea cosas, cosas que no entiendo porque son producto de un ataque de panico.
Me acerco a la ventana y desde aqui, un cuarto piso, veo a la gente
correr, esta vez en direccion opuesta a la vez anterior, tambien con bolsos pero sin entrar a casas, parecieran querer dirijirse lo mas lejos posible, en direccion a casas ubicadas en las faldas del cerro mas cercano.
Comienzo a impacientarme, no por temor a lo que pueda ocurrir
, y es que lo sé perfectamente... comienzo a impacientarme por la angustia propia, esa que me obliga a preguntarme en voz baja, una y otra vez:
-¿Por que no me llaman?, ¿Que hice mal?
Mientras camino de un lado a otro por el pasillo de mi casa, rezando, con oraciones en voz alta que uso para mitigar el dolor de pensar que he llevado una vida lejos del camino que debía tomar. Sin embargo, confio, confio plenamente en aquellas oraciones.
De pronto me percato de la señal que desató la preocupacion en la gente: Es de dia, por mas de 24 horas...aun esta claro todo. Preocupado y nervioso, mas que de costumbre, me dirigo a mi pieza, donde pienso, por largo rato, sobre lo mismo. De pronto siento un sonido, no es el timbre, es la puerta misma, ese sonido cuando abre, producto de una pequeña campana situada sobre esta que tintinea cuando se topan.
Pienso que es mamá quien abrio, y eso me preocupa. Me paro frente a ese guardaropas grande que esta al lado de la puerta de mi pieza y que esta paralelo al pasillo, espero ahi cuando de pronto me percato que esta anocheciendo, que apenas logro distinguir mis manos y que frente a mi pasa una debil silueta que concuerda con las caracteristicas de mi hermano. Me abraza y sigue caminando por la casa, como buscando a alguien mas... ¿mi tio quizas? ya que mamá fue quien abrio, creo.
Oigo voces, voces conocidas que vienen del comedor. Son las voces de mis tios de santiago junto a la camila, su hija menor, con la que me llevo por 14 años casi, y tambien esta otra prima, la Karla, que tiene 5 años menos que yo. Sus siluetas ya me son algo mas faciles de ver, creo que me adapte a la poca luz.
Me acerco a donde esta mi tio, quien me abraza, pero luego de esto lo miro detenidamente y... me sorprendo: no es él. Miro hacia el lado y estan mis primas, la pequeña Camila con los ojos humedos junto a Karla, quien parece no ser ella tampoco. La ultima silueta es de mi tia, quien mira por la ventana del comedor, tanto o mas grande que la ventana de la pieza de mamá, pero todo esta oscuro, no entiendo que mira, pero me abraza y habla sobre paranoia, conspiraciones, el gran dia y profecias. La aparto un poco de mi lado e intento reconocerla mediante el rostro, cu ando de pronto me percato de que no es ella, es una mujer extremadamente arrugada, con ojos como de sufrimiento, una expresion horrible.
Actuo como si todo fuera natural, cuando en el fondo sé que estoy perdido, entiendo que aquellos seres no son quienes aparentan, pero no me dañan como siguiendo en sus papeles. Tengo claro, de algun modo u otro, que si actuo violentamente o me sorprendo me haran algo terrible.
Me dirigo a mi pieza, en tanto escucho conversaciones incoherentes: Alguien sabe un secreto que no han contado a nadie, que personajes historicos del tiempo de la conquista descubrieron cosas increibles en america, especificamente en el sector donde se desarrollaron los Mayas.
Estoy en mi pieza sentado sobre la cama, pienso, solo pienso, tapando mi boca con ambas manos, no veo casi nada, es de noche, no se donde esta mamá, ni si se encuentra bien, pienso solamente que no dormi, que estoy viviendo este momento que tanto esperaba, que me enterare de la verdad y que sí, efectivamente duele y es una prueba grande que deberemos pasar, pero que soy capaz de superar.
Me distrae a mi izquierda una figura que tiene cierta luminosidad, que vagamente posee un brillo, es una figura femenina que se va moviendo desde la cocina hasta el comedor, una figura que desconozco, no se parece a nadie que conozca y apenas me percato de ella. Tiene el aspecto que se le atribuyen a esos espiritus o fantasmas que vagan, lo cual me desconcerta. Me asusto, porque, a diferencia de los seres anteriores, esta figura es totalmente algo "sobrenatural", un fantasma.
Despierto, sudado en mi cama, perplejo y frio, como si mi cuerpo estuviera paralizado, con esa sensacion de tener un calambre sobre todo el cuerpo. Muevo los ojos y no quiero moverme... estoy en una posicion poco usual, muy doblado y pienso que algo asi ocurrira ese año que, algo temeroso, ya no espero tan ansioso.
04:00 AM
jueves, 25 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario